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Elemento básico de la gastronomía en Italia, la máquina para hacer pasta, manual u automática, es el accesorio indispensable para realizar su pasta fresca en casa. Si la pasta es a menudo considerada como un alimento de base del diario, la pasta fresca se emparienta más con un plato gastronómico sobre todo si se acompaña de ingredientes escogidos y delicados como del salmón, las trufas, las setas o un queso fino como el queso parmesano, sin olvidar desde luego los tomates frescos.

La preparación de la pasta no es muy complicada. Basta con mezclar harina, huevos, un poco de agua y por qué no aceite de oliva para obtener pasta a la vez firme y ligeramente elástica.

Una vez preparada con la mejor harina, trabajada, laminada y recortada, su pasta fresca se cocina más rápidamente que la pasta del comercio y puede sin embargo conservarse 1 día o 2 al frigorífico y hasta 3 meses al congelador. Además, la pasta fresca hecha en casa es el 20 al 30 % más económica que la pasta fresca industrial una vez amortizado el costo la máquina.

Un equipo para restaurantes multifuncional

Aunque la máquina para hacer pasta no es indispensable en la fabricación de la pasta fresca, vamos a ver que, sin embargo, facilita mucho la realización.

En primer lugar, nos va a permitir asegurar la fase esencial en la fabricación de la pasta frescas: el laminado. Esta operación consiste en aplastar la pasta entre los 2 rodillos de la máquina para obtener lo que se llama un suelo de empanada. La pasta se vuelve cada vez más fina y cada vez más larga y está dispuesta así a ser recortada.

Es ahí donde interviene la segunda función de la máquina, el recorte para obtener pasta con la forma deseada. Este recorte se efectúa gracias a los rodillos incluidos en la máquina o que viene para colocarse arriba según los modelos. Usted obtendrá así según la forma recortada de los spaghetti, tagliatelle, fettuccine, etc.

El mantenimiento no puede ser más simple, la inmensa mayoría de las máquinas siendo de acero inoxidable. Única precaución, no lavar con agua los rodillos ni utilizar cuchillos u otros instrumentos que correrían peligro de rayarlos. La utilización de un pincel es vivamente aconsejada para la limpieza, particularmente con los rodillos, para retirar restos de pasta y de harina. La fiabilidad de este tipo de máquina no plantea problemas particulares, siendo los elementos esencialmente mecánicos y probados desde hace tiempo.

¡Los accesorios, no indispensables, pero tan prácticos!

La máquina manual para hacer pasta puede ser equipada de un cierto número de accesorios opcionales o incluidos.

Los rodillos para recortar la pasta permiten un recorte a la forma deseada como tagliatelle de diferentes anchuras, o, fettuccine, etc.

El accesorio para ravioli, a menudo opcional, permite realizar las huellas de los ravioli y rellenarlos al mismo tiempo.

El motor eléctrico le permitirá ganar en comodidad de trabajo y sobre todo tener las 2 manos libres sin tener que girar la manivela para la fase delicada del laminado. Usted ganará además un tiempo precioso en la fabricación, sobre todo si usted realiza cantidades importantes.

El secador de pasta:  El secado de la pasta es obligatorio por lo menos durante 15 minutos antes de la cocción. El secador permite un secado óptimo y una manipulación más fácil de la pasta antes de su cocción.

La máquina automática para hacer pasta fresca, facilidad y ahorro de tiempo

Existen desde hace algunos años unos modelos eléctricos totalmente automáticos que se comportan como un robot. Basta con colocar los ingredientes directamente en la máquina. La pasta es fabricada así automáticamente y vuelve a salir a través de discos de extrusión en forma de pasta recortada ya preparada que sólo hay que cocer después del secado.

La ventaja de este tipo de máquina es evidente, todo se hace automáticamente y desde luego más rápidamente.